El plan de mantenimiento programado es un conjunto de actuaciones o actividades especialmente pensadas para atender a una instalación o máquina. De esa forma se pretende prevenir los principales fallos que puedan darse, aunque eso no garantiza al 100% que se puedan frenar todos. En casa caso, la forma de actuar puede variar, ya que todo el equipamiento no necesita las mismas tareas correctivas. Está muy relacionado con la gestión el mantenimiento.
Índice
Plan de mantenimiento preventivo
Para realizar un buen plan de mantenimiento preventivo, deberían atenderse a estos pasos básicos:
- Determinar las metas y objetivos. Se debe tener claro cómo se va a actuar y las metas, como reducir en % la cantidad de fallos, aumentar en % la disponibilidad de un equipo o instalación, etc.
- Cálculo de costes. Es necesario tener claro cuánto dinero se va a destinar para estas tareas. Cada empresa podría destinar un volumen económico u otro en función de las posibilidades y necesidades.
- Material necesario. Se debe disponer de un inventario con todo lo necesario, tanto herramientas, como repuestos adecuados.
- Análisis previos. Si ya se ha llevado a cabo algún mantenimiento, se puede usar para adquirir experiencia y mejorar el procedimiento en el futuro mantenimiento. De lo contrario, todo se basa en estudios teóricos y pueden no ser tan precisos.
- Consultar a los proveedores y fabricantes de equipos. Ellos conocen bien todo sobre cómo usar o tratar a sus sistemas, tolerancias, temperatura máxima admitida, cargas de trabajo adecuadas, etc.
- Cumplir con las normas legales y de seguridad. Esto cambia en según que país, comunidad autónoma, etc.
- Reunir al personal adecuado o formarlo. No se puede actuar en caso de falla sin tener unos conocimientos técnicos o podría ser peor el remedio que la enfermedad. Además, se deben definir las competencias de cada persona, es decir, qué es lo que cada uno hará.
- Seleccionar el tipo de mantenimiento: correctivo, predictivo y preventivo. Una vez elegido, se planifica cómo y cuándo se llevará a cabo.
- Revisión constante. Para que un plan funcione bien, se debe estar en constante revisión y tener un feedback, es decir, aprender con la experiencia de cada mantenimiento para mejorar.
Ejemplos de plan de mantenimiento
Un ejemplo de un plan de mantenimiento usando el modelo preventivo y correctivo de un equipo podría ser el siguiente, para un motor de combustión interna de un vehículo industrial:
- El objetivo principal será mantener en buen estado el vehículo, funcionando a pleno rendimiento durante el mayor tiempo posible.
- Un mecánico cualificado será el encargado de realizar el mantenimiento preventivo cada 18000 km o a las 2600 horas de trabajo.
- Cuando el vehículo ha recorrido esa distancia, el mecánico realizará un examen visual del motor (estado de piezas, manguitos, niveles de fluidos,…), y también realizará un cambio de aceite. En caso de que el fabricante del vehículo determine que superada esa distancia o bajo unas condiciones concretas se debe vigilar o sustituir cualquier otra pieza, también se realizará.
- Realizará también una limpieza si fuese necesaria. De esa forma se encarga de mantener en buen estado las piezas, prevenir la corrosión u oxidación, eliminar objetos extraños o peligrosos, etc.
- Este mismo operario realizará pruebas de operatividad para comprobar que todos los sistemas del vehículo funcionan adecuadamente. Esto lo realizará de forma visual o práctica, siguiendo las normas se seguridad necesarias. En este caso, sin superar los límites de circulación establecidos.
Eso va a prevenir posibles problemas de futuro, pero no garantiza que las fallas del vehículo no se den. A pesar de ese mantenimiento, habrá ocasiones en las que se deba realizar un mantenimiento correctivo. En este caso, el mecánico atenderá al vehículo cuando deje de funcionar de forma total o parcial. Esto no está planificado, y debe actuar con la mayor rapidez posible para devolverlo otra vez a su trabajo cuanto antes.
Plan de mantenimiento de instalaciones eléctricas
En el caso de un plan de mantenimiento de las instalaciones eléctricas, como puede ser el preventivo, se debe garantizar el control de las mismas para evitar riesgos y también la operatividad. Eso implica tanto inspecciones técnicas como de seguridad.
El personal técnico debe ser el adecuado, que pueda certificar lo que está haciendo. Las herramientas empleadas y materiales también deben respetar unas normas y certificaciones del país donde se está utilizando. Estas normas son tanto en la forma en que se usan como en la calidad y seguridad que debe aportar el proveedor.
En el caso de las instalaciones de tipo eléctrico, el personal adecuado es un electricista. Con la indumentaria de protección (aislantes) y herramientas adecuadas para trabajar de forma segura. Pero en este caso, solo deberá encargarse de las instalaciones eléctricas en sí del edificio y aparatos, y no de otros sistemas. Por ejemplo, si hay calderas de gas conectadas a la red, aparatos de aire acondicionado, o maquinaria industrial, no es su competencia. En esos casos se debe contar con el personal especializado en este tipo de sistemas.
Las claves del mantenimiento de las instalaciones eléctricas son:
-
Conocer el
tipo de instalación sobre la que se opera.
- Existen las monofásicas con dos conductores, uno de fase y otro neutro, además de la toma de tierra de seguridad. Es el que puede haber en cualquier vivienda, taller pequeño u oficina.
- Por otro lado están las trifásicas, es decir, las usadas en la industria y grandes naves. En estos casos se tienen cuatro conductores, tres de fase y uno neutro. Además de la toma de tierra de protección.
- Conocer la capacidad el sistema. Cada instalación tiene un límite de carga de amperios y potencia consumida. Si se sobrepasa podría ocurrir un corte u otro tipo de problemas. En los monofásicos es más bajo, ya que las demandas no son tan elevadas como en las industrias.
-
Realizar
rutinas de mantenimiento básico: inspecciones visuales, limpieza,
tendiendo nuevas líneas en caso de ser necesarias, instalar
elementos para mayor potencia, asegurarse de que los sistemas de
seguridad funcionan, instalar sistemas para evitar picos y
sobrecargas, realizando mediciones con multitester para ver que los
parámetros son adecuados, etc. Para ello, se deben vigilar
especialmente:
- Grosor de los hilos conductores tenidos (10mm, 6mm, 4mm, 2mm,…), ya que según su uso deben ser de más o menos milímetros.
- Estado de los aislantes y de la toma de tierra.
- Limpieza de los contactos. Por ejemplo, la grasa o suciedad podrían hacer que los aparatos enchufados se sobrecalienten, especialmente si demandan una alta potencia. Esto podría terminar con problemas peores o incendios.
-
Revistar el
cuadro eléctrico, es decir, el cuadro general de mando y
protección. En él hay elementos muy importantes, como:
- ICP o Interruptor de Control de Potencia: corta la corriente cuando se excede de la potencia contratada. Eso evita también sobrecargas o cortocircuitos. Por eso es un elemento de seguridad muy importante, y no solo un elemento limitante como muchos creen.
- PCS o Protector Contro Sobretensiones: es un interruptor que protege los aparatos conectados a la red de picos de tensión que los podrían dañar. Es decir, actúa como un filtro. Esto es vital para no incrementar el gasto en reparar otros aparatos en caso de picos.
- IGA o Interruptor General Automático: es el que interrumpe el suministro cuando se supera la potencia de instalación que se puede soportar. Eso evita otros problemas.
- ID o Interruptor Diferencial: corta la electricidad en caso de fugas de corriente. Por ejemplo, cuando hay algún problema en un aparato conectado, enchufe, etc.
- PIA o Pequeños Interruptores Automáticos: controlan la electricidad por sectores del edificio (habitaciones, sectores,…).
- Realizar mantenimiento correctivo en caso de falla, sustituyendo componentes o cables.
Así se puede actuar en caso de fallo, cuidar de las instalaciones para alargar su vida y buen estado, y detectar de forma anticipada los posibles problemas.